-
Piel grasa. Reacciona de forma mucho más fuerte ante los perfumes, por lo que una elección segura siempre serán las fragancias frescas, suaves, incluso los aromas frutales. Habrá que tener en cuenta que el olor se intensificará sobre una piel grasa, comenta Inma Fernández, experta graduada del Grasse Institute of Perfumery y actual directora de marketing de Isolée, empresa especializada en cosmética y perfumería.
Las pieles grasas tienen una química mucho más activa e interaccionan más con los perfumes, coinciden desde Cristian Lay. Por esta razón aconsejan elegir para el día olores suaves y ligeros como los florales o cítricos, y huir de los almizclados.
-
Piel seca. Ocurre lo contrario que con la piel grasa. “La piel seca no proyecta los olores, y la intensidad de las materias primas dura menos tiempo sobre la piel -explica Fernández-, así que el mayor aliado para las pieles secas serán los perfumes más intensos, especiados, por ejemplo”.
Otra opción para pieles secas son las fragancias amaderadas o florales, que serán más duraderas. Según los perfumistas de Global Fragrances Labs es aconsejable usar perfumes con mucha graduación alcohólica. En este tipo de piel los perfumes se evaporan más rápidamente, recuerdan los expertos.
- Piel mixta. Es las que mejor se lleva con los perfumes. El pH de la piel y el nivel de grasa está compensado; por lo tanto, el aroma del propio perfume no se verá muy alterado, explica Fernández.
- Piel sensible. Hay que tener especial atención con este tipo de piel, advierten desde Isolée. La mejor opción es huir de los altos niveles de alcohol y buscar un perfume lo más natural posible. También es importante hacer primero una prueba en una pequeña zona del cuerpo para comprobar que no provoca irritación, puntualizan.